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martes, 3 de mayo de 2011

griego o anal

Algunas consideraciones
El ano no pertenece al aparato reproductor, por lo que no está fisiológicamente condicionado para el acto sexual. El riesgo de infección se incrementa, pues el esfínter anal es mas rígido a la penetración y menos elástico que la vagina, con la consiguiente mayor fricción ocurriendo mayores microtraumatismos durante el acto sexual. El sexo anal puede producir desgarros musculares en el esfínter anal.
El sexo anal requiere ciertas condiciones y es por eso que su práctica es mucho más recomendable en estados de excitación intensa. En este sentido, es necesario preparar la situación lo mejor posible. Una buena preparación augura unos resultados agradables y satisfactorios para ambas partes. Además de toda la parte lúdica, que permite que la persona se relaje al tiempo que se excita, es aconsejable asegurarse de que hay una buena lubricación. Entonces, por un lado, el ano se va relajando y, por otro, la lubricación adecuada facilita la penetración.
A las personas que no tienen mucha experiencia en esta práctica se les recomienda tener cuidado e ir poco a poco. El esfínter no siempre cuenta con la flexibilidad suficiente para la penetración pero la puede ir adquiriendo. No obstante, el criterio debe ser siempre el malestar y el dolor. Cuando el malestar excede el placer, no hay que esperar a que el dolor sea intenso, es hora de parar.
 
Asimismo, la práctica del sexo anal presupone una buena higiene y desde ese punto de vista, los preparativos conllevan más tiempo. Siempre hay que usar lubricante, y su elección en muy importante, recomendamos los que tienen una base acuosa. Los lubricantes con bases de aceite pueden dañar el preservativo y los de base acuosa resultan menos agresivos para el cuerpo. Si se usa aceite corporal, glicerina u otro lubricante con base de petróleo al día siguiente la mucosa anal estará completamente irritada. En las farmacias y los sex-shop venden cremas especiales que además de lubricar dilatan el ano. Pero para las vergonzosas siempre queda la crema de manos que da un resultado perfecto. Conviene tener en cuenta que debe haber bastante lubricante en el culo y en el pene, pero si hay en exceso todo se volverá demasiado resbaladizo y en vez de ayudar solo servirá para complicar las cosas.
 Asimismo, no se puede olvidar que se trata de una práctica de alto riesgo por lo que hay que extremar la protección si no se conoce el estado serológico de la otra persona.

El sexo anal es practicado por un porcentaje alto de parejas, pero por su estigma y los prejuicios que despierta muchas veces podríamos tener la impresión de que es menos popular. En consulta a veces escuchamos la confesión de algunas mujeres que revelan que su pareja les ha solicitado sexo anal y que a ellas nos les hace mucha gracia probarlo por las connotaciones que tiene. Cualquier práctica sexual sólo es recomendable cuando el consentimiento es mutuo, así como el gozo. Hay muchas formas de dar y recibir placer sexual y buscar la sintonía siempre ofrece muchas más garantías.

Fistting o Fist fucking

Es un término inglés con el que se designa la práctica sexual consistente en la introducción parcial o total de la mano en el ano o la vagina de la pareja. Es una práctica considerada como extrema, y se suele recomendar que no se lleve a cabo sin los necesarios cuidados previos  y posteriores.
Hay que tener en cuenta que es imprescindible una dilatación previa de los músculos, así como el conocimiento técnico de esta práctica.
Precauciones
- El fisting es una práctica que requiere de colaboración, uno no puede llegar y meter el puño sin más, ni la otra persona se puede quedar echada dejandose hacer. No hay que ir con prisas, y a menos que seáis capaces de leer la mente, se hace necesario hablar para saber si uno va demasiado rápido o si molesta más de la cuenta.
- Antes de entrar en materia, hagamos una manicura, cuanto más cortitas y limadas estén la uñas tanto mejor. También es muy recomendable el uso de guantes de látex, sobre todo si vamos a intentar el fisting anal.
- Emplea lubricante, este es un ingrediente imprescindible, sin él la práctica del fisting sería prácticamente imposible. Existen cantidad de lubricantes vaginales y anales, muchos llevan además ingredientes que relajan los músculos y ayudan a la dilatación.
Si vamos a hacer fisting vaginal debemos emplear lubricantes a base de agua, mientras que para el fisting anal podemos emplear, y de hecho es lo más recomendable, lubricantes a base de aceite o silicona.
- Ya tenemos lo necesario, es necesario un alto grado de excitación, que el cuerpo genere todo el lubricante natural que pueda y dilate las zonas erógenas.
Aún cuando estés dentro y realices movimientos de vaivén, emplea tu otra mano para seguir estimulando y acariciando, te ayudará a distraerla de las posibles molestias y a mantener los niveles de excitación.
- La persona que recibe debe estar relajada, cuando uno se tensa contrae los músculos de la zona genital, lo cual obviamente dificulta e incluso imposibilita una penetración de este tipo. Así que relax, respirar hondo y luego ir soltando el aire poco a poco ayudará.
- Debemos crear espacio, está claro que aunque los músculos sean flexibles, necesitamos sitio para albergar la mano. Para esto, la persona que recibe puede tumbarse boca arriba y echar la cabeza hacia atrás, esto hace subir un poco los órganos y crea algo más de espacio.
- La parte complicada es la zona de los nudillos, ya que es la parte más ancha de la mano. Hay que tener cuidado tanto al entrar como al salir. Mientras tienes la mano dentro puedes llegar a sentir como se contraen los músculos, al punto que la presión puede llegar a ser dolorosa, pero no te queda otra que aguantar, ya que si retiras la mano de golpe puedes hacer daño a tu pareja.